Durante años seguí el camino convencional: una licenciatura en Derecho en Rusia, una maestría en Suiza y una carrera prometedora en organizaciones internacionales.

​

Desde fuera, mi vida parecía “exitosa”, pero por dentro me sentía profundamente insatisfecha, desconectada y vacía. El miedo a decepcionar a los demás—y a perder la estabilidad financiera—me mantenía en una carrera que no estaba alineada con mi verdad.

​

Agotada y confundida decidí ir a terapia, entonces, algo se abrió de forma permanente. Exploré distintos caminos de sanación, desde la psicoterapia hasta prácticas espirituales, y poco a poco me reconecté con una parte más profunda de mí misma—mi esencia, mi guía interior.

​

Ahí empezó todo a transformarse. Me di cuenta de que siempre había sentido el llamado a acompañar a otros en sus procesos de transformación, pero por fin tuve el valor de vivir ese propósito.

​

Me formé como coach, hipnoterapeuta y facilitadora de sanación energética. Las personas comenzaron a llegar—amigos, colegas, conocidos—buscando esa misma reconexión.

​

En 2021, la pérdida de mi padre marcó un antes y un después. La vida se volvió demasiado valiosa como para seguir postergándola. Así que, a finales de 2022, dejé mi trabajo y me entregué por completo a mi vocación.

​

Hoy acompaño a profesionales a liberar la duda, reconectarse con su propósito y construir una vida basada en la paz, la confianza, la abundancia y la autenticidad.

​

Estoy segura que no hemos venido a este mundo a sufrir, sino a evolucionar—desde el amor, la verdad y la abundancia. Ese camino comienza en el momento en que eliges abrazar quién realmente eres.

​

¿Estás lista para volver al hogar?