CIERRA TU PASADO

Cierra todos los puntos que han quedado abiertos hasta ahora. Cierra cada capítulo de tu historia en amor, aceptación y comprensión. Aprender a cerrar ciclos es tan importante como aprender a abrirlos en consciencia.
La vida es un constante renacer, es un proceso de muerte y transformación en muchas versiones de ti mismo. Suelta el dolor, suelta el apego al sufrimiento, pues el dolor es una señal de falta de comprensión de tu pasado. ¿Qué te falta comprender? ¿Qué te hace falta perdonar? ¿Qué sigues sin aceptar?
Renegar el presente es síntoma de apego al pasado. El presente es el único instante real, es lo único que verdaderamente existe. El presente es el momento en el que la luz decide su camino hacia la eternidad.
No temas perdonar tu pasado, no estás perdiendo nada.
No temas volver a sentirte libre y amada.
No temas volver a despertar con una sonrisa en la cara.
No le temas al futuro si ya has terminado tu pasado en luz.
El amor es desinteresado, el amor por ser puro amor, el amor es libre. Libre de ataduras, libre de engaños, de miedos y de fantasmas. El amor es una fuerza motora de energía en movimiento constante invitándote siempre a ocupar tu verdadero lugar en la Tierra, a entregarte a ser quien eres. Y no eres el miedo, el dolor o la angustia. Eres también alegría, gozo y plenitud. Mira las dos caras de la moneda. Acepta que en ti existen ambas partes.
Descubre, entonces, lo que aún no has visto de aquella situación dolorosa. Pregúntate:
¿Cuál es la otra cara de ésta situación?
¿Qué me falta por ver que aún no he comprendido de ésta situación?
¿Cuál es el aprendizaje de ésta historia?
Ahora, ciérrala. Imagina que todo el escenario, las personas, las emociones quedan envueltas en una burbuja de color violeta y entrégale a la vida tu burbuja. Ella se encargará de trascender todo.
Descansa. Respira y suelta tu voz. Canta, entona una canción de júbilo, pues te has concedido tu propia libertad. Llora y deja que tus aguas sanen tu corazón.
Es todo.
Arcángel Miguel, Chamuel y Uriel.